Identidad y Aislamiento: el cine de Chantal Akerman contra la idolatría

 

Inicio: 19 de Septiembre de 2014

Duración: 2 meses

Docente: Laura Kravetz

 

Lejos de sus lugares comunes el cine en ocasiones se abre a un abanico de experiencias estéticas e incertidumbres. En la filmografía  de Chantal Akerman, aparecen con fuerza sensorial cuestiones como el cuerpo (lugar de encuentro y desencuentro); la femineidad; el gesto cotidiano; el solipsismo; la soledad; la palabra; el ritmo; el silencio. Un espacio para pensar con y a partir de la intensidad de su obra en diálogo con otros artistas y pensadores.

 

Ejes temáticos

. El discurso, la palabra, el sonido. 

. Los cuerpos, el tiempo, el re-conocer, el re-conocerse, la idolatría.

. El cuerpo propio, lo femenino, la gestualidad, el solipsismo, la soledad.

. Narración, no narración, ficción, documental: límites difusos.

. Análisis de algunas de sus obras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Toda actividad creativa está signada por grandes interrogantes que les sirven de eje y de fundamento. Ante esto, hay dos actitudes básicas: ocultarlos detrás de respuestas a priori, tácitamente normativas o darle lugar al enigma como tal. Al plantearla de un modo sensible la pregunta, en su relación con otras, en su orden intrínseco y en sus detalles técnicos, pone de relieve todo su peso, y adquiere también un matiz, una dirección únicos, propios de cada planteo, de cada obra. El cine no escapa de esta posibilidad.

 

No proponemos dilucidar si el cine puede (o debe) pensar, ni si es capaz de una estructura sistemática como lo es la teoría filosófica. El cine puede utilizar y desarmar sus signos establecidos para hacer sensibles grandes interrogantes, es capaz en palabras del pintor Francis Bacon, de la imaginación técnica.

¿Qué grandes temas recrea de un modo singular el cine de Akerman? ¿Qué características  novedosas tienen estos temas en su cine que nos permite plantearnos acerca de la identidad, la femineidad, el cuerpo, el sonido, el color, la palabra, el tiempo?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Chantal Akerman (Bélgica, 1950) es una de aquellos cineastas cuyas inquietudes estuvieron íntimamente ligadas a la poesía (como Jonas Mekas, como Jean Epstein): Comienza a filmar en los primeros años 70 (para ser exactos, su primer cortometraje Saute ma Ville es de 1968). En 1975, su película Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles adquiere gran repercusión y es considerada por algunos la primera obra maestra de lo femenino. Sin embargo no se define como cineasta “de género” o militante; aunque en su obra son centrales los personajes femeninos y las relaciones atravesadas por la sexualidad. El hecho de que haya incursionado en lo que suelen reconocerse como muy diversos géneros dentro y fuera del cine, con las videoinstalaciones, refuerza antes que menoscabar la coherencia de su arte.

Su obra tiene un sello completamente singular en muchos aspectos: las fronteras ambiguas entre documental y ficción, entre narración y no-narración, el trabajo singular del color, el peso metafísico del gesto cotidiano, la gestualidad, la presencia de ella misma como cuerpo-personaje-metapersonaje en varias obras, las largas caminatas, la tensión entre discurso y acción, el lugar de la palabra a veces ausente, y un largo etc.

 

Este curso está especialmente dirigido a personas interesadas en profundizar en el arte de ser espectador, en las posibilidades expresivas y  técnicas que se derivan de una problemática filosófica, en temas como construcción de la identidad, la corporalidad, la femineidad, el reconocimiento y comunicación con el Otro o, por supuesto, en la tan particular cinematografía de Chantal Akerman.

 

No se requieren conocimientos previos.